jueves, 24 de junio de 2010

SUFRIMIENTO: MATADA POR LA VIDA

En su libro sobre el dolor del cuerpo, Elaine Scarry lúcidamente observa que el dolor de los demás no puede ser sino un hecho transitorio en nuestra propia conciencia.
¿Es el dolor algo que no se puede compartir?
Más aún,¿ puede siquiera decirse el dolor?
Es indescriptible, escribe Virginia Woolf. Se pueden conocer los pensamientos de Hamlet, pero no se puede realmente describir una jaqueca: el dolor destruye el lenguaje. Filoctetes, el guerrero griego mordido por una serpiente, es abandonado en la isla de Lemnos sin más compañía que sus fétidas heridas y sus horrendos gritos de dolor. Su discurso es punteado por gruñidos y aullidos animales, por los monosílabos del sufrimiento desarticulado. Conan Doyle, en uno de sus más terroríficos cuentos, envía una expedición científica al centro de la tierra: cuando tocan el corazón del planeta, lo único que reciben los exploradores es un aterrador grito que les coloca al borde la locura.
El dolor, escribe Scarry, se resiste a convertirse en objeto del lenguaje. Por eso el dolor es expresado mejor por quienes no lo sienten pero hablan en su nombre. En una famosa página, Nietzsche dice que ha decido llamar “Perro” a su dolor.

Frida Kahlo tuvo un Perro llamado Dolor, más que un Dolor llamado Perro. Es decir: describe directamente su propio dolor, su dolor no la vuelve muda, su grito es un aullido articulado porque alcanza una forma visible y emocional. Frida Kahlo es una de las grandes voces para el dolor en un siglo que ha conocido, acaso no más sufrimiento que otros tiempos, pero sin duda una forma de dolor más injustificada y por ello más cínica, vergonzosa y publicitada, programada e irracional, que cualquier otro tiempo. De las matanzas en Armenia a Auschwitz, de la violación de Nanking al Gulag, de los campos de guerra japoneses al holocausto nuclear de Hiroshima, hemos visto el dolor, hemos sentido el dolor, como nunca antes en la historia. ¿Cómo pudo ocurrir todo esto en nuestros tiempos modernos, progresistas, civilizados?
La sangría de la Revolución mexicana es un chisguete comparada con las ejecuciones ordenadas por Hitler y Stalin. Frida Kahlo, como ningún otro artista de nuestro siglo torturado, tradujo el dolor al arte. Sufrió 32 operaciones entre el día de su accidente y el de su muerte. Su biografía consiste en 29 años de dolor constante. A partir de 1944, se ve obligada a usar 8 distintos corsés. En 1953, sufrió la amputación de una pierna gangrenada. Las secreciones de su espalda herida la hacen olerse a sí misma como si fuese “un perro muerto”. La cuelgan de la cabeza, desnuda, para fortalecer su columna. Pierde a sus fetos en lagos de sangre. La rodean sin interrupción el cloroformo, las vendas, las agujas, los bisturíes. Es el San Sebastián mexicano, atravesado de flechas. En la encarnación misma de la tremenda descripción que nos dejó Platón: “El cuerpo es la tumba que nos aprisiona igual que la concha encierra a la ostra”.

Frida Kahlo nos recuerda a las diosas aztecas del nacimiento y la tierra, pero aún más a la deidad autoflagelada, Xipetotec, Nuestro Señor del Cambio de Piel, la divinidad dual cuya piel jamás le pertenecía, usase la de la victima sacrificada como un manto macabro, cambiase él mismo su propia piel, como las serpientes, a fin de simbolizar la renovación, aun, la resurrección. Los dioses mexicanos poseen esta ambigüedad: El bien que prometen es inseparable del mal que otorgan. Xipetotec, símbolo de la resurrección, deidad primaveral, inflige también el sacrificio, las ampollas, la supuración.
En La columna rota y Árbol de la esperanza, Kahlo se retrata a sí misma, como la desollada, piel sangrante, abierta, cortada a la mitad como una papaya. Recostada desnuda en una cama de hospital en Detroit, sangrante y preñada, Rivera la describe como el símbolo mismo de la verdad, la realidad, la crueldad y el sufrimiento. Nunca, añade, ha puesto una mujer tanta poesía agónica en una tela. Lo que vive es lo que pinta. Pero ninguna experiencia humana, por dolorosa que sea, se convierte sólo por esto en arte. ¿Cómo transformó Kahlo el sufrimiento personal en arte, no impersonal, pero sí compartido?
Págs. 13 y 14 del libro: "El Diario de Frida Kahlo. Un íntimo autorretrato". Introducción de Carlos Fuentes.
Imágenes: Google

16 comentarios:

Pau dijo...

Unavida atormentada por el sufrimiento.
Estas son algunas frases de frida:
"Mi pintura lleva con ella el mensaje del dolor".
"Nunca pinto sueños o pesadillas pinto mi propia realidad".
"Intenté ahogar mis dolores, pero ellos aprendieron a nadar".
"Amurallar el propio sufrimiento es arriesgarte a que te devore desde el interior."
Una vida muy interesante ,nocheinfinita.
Besos.

emejota dijo...

Frida es una mujer a la que admiro, pero no llego a entender cómo pudo soportar tanto dolor sin volverse loca. Quiero pensar que el arte le servía para desviar su atención del mismo. Seguramente su vitalidad interior fuera más fuerte que su deterioro exterior, cada cual conoce sus límites. Un abrazo.

Tantaria dijo...

Creo que se puede ser consciente del dolor ajeno, bien porque se encuentran las palabras y los gestos apropiados, o bien porque se ha sufrido un dolor semejante.

mariajesusparadela dijo...

Había una señora en mi pueblo que decía: Dios no son de todo lo que podemos soportar.
Los límites del dolor humano son difíciles de marcar.
Convertir esos límites en arte es algo que nunca agradeceremos suficientemente.

Unknown dijo...

Frida y el arte del dolor. Es lo que Frida me ha enseñado, hacer del dolor una obra de arte, ya sea grande, como el de ella, o pequeño y cotidiano, dar un paso mas allá, verlo, como ella lo vio, sin amurallarlo, para que no nos devore en interior...

Gracias noche, el contacto con el dolor nos hace mas reales.

Un beso muy grande

Isabel Gil Jiménez dijo...

En el dolor hay tanta miseria, que un escape a éste como a la vida misma es el arte. La expresión que permite convertir a lo feo en lo bello, es el mejor recurso y una cariacia al corazón que sufre.

La sonrisa de Hiperion dijo...

La miseria... jodida miseria...


Saludos y un abrazo enorme.

Morgana dijo...

Grandísima la Kahlo. Una biografía apasionante.

Myriam dijo...

Lei su biografía que historia tan tremenda como tremenda la Historia.

Besos

Eastriver dijo...

Creo que tengo ese libro por casa (Dios, tantos libros, uno ya no sabe ni dónde los mete...) ¿Se trata de un libro que reproduce el diario de Frida, las hojas del cuaderno? Páginas de textos desordenados, frases, exclamaciones, dibujos... qué impresión ese libro, qué impresión el alma de Frida.

Asun dijo...

Leí su biografía hace un tiempo y me dejó impactada.

osane dijo...

Muy interesante la vida de esta mujer.
Leí en un comentario esta frase, que me ha impactado.

"Amurallar el propio sufrimiento es arriesgarte a que te devore desde el interior."

Seguramente sea cierto, pero en ocasiones hay que intentar mirar hacia otro lado para que al menos no te devore el exterior.
Besos

osane dijo...

El sufrimiento es un monstruo que es primo hermano de uno mayor, el miedo... Como diría Bebe... "pa fuera telarañas"...

nocheinfinita dijo...

Eastriver: efectivamente ese es el libro del cual saqué estas lineas, es mucho más que un libro, yo creo que contiene un pedazo del alma de FK.

Gracias a tod@s por vuestros comentarios, siempre tan acertados e interesantes

Besos infinitos

noche

larubia dijo...

Admirada mujer, que aguante tenia del dolor…
El libro no lo he leído, pero pronto caerá, jejeje, sí que vi la película y me impacto mucho.

Un beso.

paty dijo...

Un libro duro y bello al mismo tiempo. Me alegra que lo estés leyendo...
Espero que te guste.
Besos